8 de marzo de 2011

EAWS: una metodología integral para la evaluación del riesgo biomecánico.

El pacto  por la productividad, con trasfondo ergonómico, alcanzado recientemente en FIAT ha traído a primera plana de la actualidad una metodología de evaluación del riesgo biomecánico poco conocida aún por estos lares pero que viene avalada por empresas muy importantes y, sobre todo, por un peso pesado en la investigación del riesgo biomecánico como es el Instituto de Ergonomía IAD, anexo a la universidad tecnológica alemana de Darmstad, que cuenta en su nómina con figuras de talla de W. Schultetus o K. Schaub. 

Esta novedosa metodología responde al acrónimo EAWS, derivado de European Assembly WorkSheet, algo así como "hoja de trabajo para el montaje en Europa", pues tiene una sencilla presentación, similar a una hoja de cálculo, y para el ámbito del montaje ya que efectivamente en el convenio de desarrollo de EAWS, además de varios fabricantes de automoción, Wolkswagen, Audi o IVECO, se encuentran otras empresas que montan conjuntos o componentes como Bosch o Whirlpool. Este convenio permitió también su contrastación en campo, en puestos de trabajo reales. No obstante sus posibibilidades de aplicación pueden hacerse extensivas a cualquier trabajo físico de naturaleza cíclica.

Desde tiempos pretéritos una de las aspiraciones de los ergonomistas ha sido contar con un método que permitiera evaluar todos los factores biomecánicos simultáneamente, el AAWS (2004)- Automotive Assembly WorkSheet-, precedente de EAWS, se aproximó pero no será hasta 2008 cuando se incorpore el último factor, de movimientos de alta frecuencia, repetitivos, inspirado en el método OCRA, a EAWS.

EAWS ha sido adoptado por las asociaciones de MTM, métodos y tiempos, como método de referencia para análisis ergonómicos y lo soporta mediante un sistema de formación y certificación a sus asociados. Lo que permite una buena conexión entre los sistemas de medición del trabajo y la ergonomía, que ya rinde buenos frutos en aplicaciones informáticas como MTM-Ergo, que integra AAWS en diferentes sistemas como MTM-UAS o MTM-MEK. Además EAWS puede adaptarse a condiciones de trabajo cambiantes como ocurre en los sistemas de producción flexible o donde se realiza rotación entre puestos.

EAWS otorga puntos a cada factor biomecánico, postura estática (<30N) o con movimientos de baja frecuencia, aplicación de fuerzas (>30N ó >3kg) por segmentos corporales (dedo, mano, brazo o cuerpo completo) sin y con movimiento, fuerzas extra de aceleración, vibración o impacto y movimientos repetitivos de alta frecuencia.


  
El soporte del método EAWS son estas cuatro hojas. En las dos primeras se valoran los factores extra y los posturales. En la siguiente se valora la aplicación de fuerzas y en la última los movimientos repetitivos. En otro momento haremos una exposición detallada de esta metodología en la sección de "Métodos de evaluación".

La ponderación de los factores de esfuerzo y manejo cargas siguen criterios de evaluación fisiológicos, como gasto energético y fatiga muscular, y biomecánicos, como la compresión sobre la unión L5-S1. A su vez, la ponderación de los factores biomecánicos que afectan a los segmentos mano-brazo mantienen criterios médicos y epidemiológicos. EAWS ha sido contrastada con otros métodos de referencia (NIOSH, RULA, OCRA) y se diseñó teniendo en cuenta, asimismo, las normas CEN (serie 1005) e ISO (series 11226 y 11228). A parte de una exhaustiva validación en campo de la que existe suficente bibliografía.

El componente biomecánico final de la tarea se expresa en puntos que se evalúan de manera similar al "control banding" de riesgo químico, en coherencia con el sistema de semáforo introducido por la norma EN 614, en el contexto de la directiva de máquinas, y adoptado en varias legislaciones estatales europeas. Es decir, el resultado del análisis de la tarea se contempla bajo tres posibles situaciones, roja-amarilla-verde, que corresponden a tres intervalos de puntuaciones [>50; 25 a 50; <25], cuya traslación a la acción preventiva significaría: alto-precaución-pase. 

Como resultado de todos los ensayos y pruebas, EAWS se acredita como un instrumento de evaluación de 1er nivel, de escrutinio, válido para identificar problemas existentes o, en fase de diseño, como un instrumento adecuado para el desarrollo de productos o planificación de tareas y puestos. De aplicación relativamente sencilla, que consume pocos recursos y que filtra, ya que evita la utilización directa de metodologías más complejas.

En la relación ergonomía-productividad, EAWS presenta un fuerte potencial para los planificadores ya que las experiencias recogidas a través de aplicaciones informáticas de MTM, que disponen de módulos específicos para la integración de EAWS, o AAWS si no existe el factor de movimiento repetitivo, permiten asignar códigos a las diferentes situaciones de trabajo similares a los códigos MTM e introducir en el tiempo base obtenido por MTM una corrección que tenga en cuenta la carga biomecánica de la tarea.

Para aclarar esto utilizaremos una explicación del Ing. en MTM Gabriele Caragnano


Es decir, al tiempo base obtenido del análisis MTM se le aplica un factor de mayoración técnico-organizativo que tiene en cuenta las variaciones del sistema de trabajo, las pausas legales personales y un factor ergonómico de recuperación mayor cuanto mayor es la puntuación EAWS. En este ámbito la puntuación EAWS, al contrario de lo que hemos comentado hasta ahora que al resultado se le asignaba uno de los tres intervalos, aquí es un continuo desde 25 hasta 85 puntos, en forma más o menos exponencial. 

Por ejemplo, lo que han firmado en FIAT es un factor técnico-organizativo del 1% y un factor ergonómico variable en función del valor EAWS, entre el 1% (25 puntos) y el 13,5% (50 puntos). Digamos, por ejemplo, que en una operación se ha cronometrado un tiempo UAS de 194 centmin y que el valor EAWS obtenido, para esa operación, es de 33,5 puntos, lo que corresponde en la gráfica a un 4,5% de tolerancia ergonómica. Esto supondría un tiempo estándar de 194 centmin x(1+[(1+4,5)/100]) = 205 centmin. Es decir, la tolerancia aplicada en este caso es, por sí misma, una medida preventiva ya que relaja la demanda biomecánica de la tarea pero, al mismo tiempo, supone un incentivo para una acción de mejora que podría reducir en 9 centmin el tiempo estándar de la tarea.


El método de evaluación EAWS ¡es grande! ya que ha conseguido reunir en una única metodología todos los factores biomecánicos, pero sólo se puede aplicar a trabajos de tipo cíclico, y respetando siempre sus especificaciones, tanto para ciclos cortos (> 2 cpm), como producción en serie, como para ciclos más largos (< 2 cpm) producción por lotes. Nosotros lo hemos ensayado y contrastado con el método OWAS para un trabajo de soldadura de tubería de grandes dimensiones en zanja, con resultados positivos. Reúne los criterios de la normativa técnica (CEN e ISO), tanto en fase de diseño como de producción, y es lo suficientemente adaptativo y, por consiguiente, flexible para aplicarse a cualquier tipo de producción. Es una metodología de evaluación rápida no pretende ser lo que no es y no es un método de evaluación fina.


Yo diría que nos pone más cerca de lograr un sistema de evaluación biomecánica universal, sólo nos queda dar el paso de trabajo cíclico a no cíclico, y no será un paso corto. ¿Cómo podríamos cubrir este último tramo? ¡Por una vez no inventemos!, en esta ocasión, empleemos la lógica más que el ingenio. Pura analogía ¿cómo se ha resuelto en otros ámbitos de la prevención? Por ejemplo, ¿cómo se ha resuelto en el caso de exposiciones a ruido?, el ruido ejerce una acción mecánica, en cierto modo similar a la que produce el ejercicio físico sobre el sistema osteomuscular, sobre las células ciliadas que las fatiga mecánicamente hasta quebrarlas. Nos servirían igualmente otros ejemplos, pero con éste es suficiente ¿por qué medio se ha logrado descifrar y dominar el efecto de la acción no pautada, irregular, del ruido sobre el órgano auditivo? Por medio del concepto de dosis, es decir el efecto de la intensidad de la acción en el tiempo. 


Dejemos que esta idea repose un tiempo. Sólo añadiremos que T. Waters, sí el de la fórmula NIOSH, se ha aproximado bastante en sus últimos trabajos sobre la aplicación de dicha fórmula tareas compuestas con cargas de configuración variable (peso, dimensiones, volúmen, ...). 

9 de febrero de 2011

¿Un cambio de modelo o un regreso a "tiempos modernos"?

El controvertido acuerdo alcanzado en la planta de Fiat de Mirafiori, tras referendum con reñido resultado (54/46), pone al consorcio italoamericano en la senda del sistema Toyota. Se trata de un pacto por la competitividad que supone un descuelgue del convenio sectorial del metal y un endurecimiento de las condiciones de trabajo a cambio de una mayor remuneración. Con este acuerdo y las inversiones que llegarán, Fiat-Chrysler espera fabricar, 280.000 coches más al año. La noticia viene a colación porque en el centro de la polémica se ha situado el binomio ergonomía-productividad 

En el núcleo central del acuerdo está la revocación de las tablas que contenían los factores que mayoraban los tiempos cronometrados, acordados en el convenio del año 1.971, así como la eliminación de los límites de la carga de trabajo y la reducción de las pausas, en definitiva todo lo que condicionaba el ritmo de las cadenas de montaje. Ahora, según los sindicatos, éste subirá un 20%.

En su lugar se aplicará un sistema combinado, basado en el sistema de métodos y tiempos (MTM-UAS) corregido por un factor que se obtiene de la metodología EAWS (European Assembly WorkSheet) de evaluación de la carga biomecánica. Ambos sistemas se utilizan de manera combinada mediante una aplicación informática denominada Ergo-UAS. El resultado serán tiempos inferiores, acompañados de inversiones para optimizar los movimientos y manipulaciones, además la fábrica funcionará como un proceso continuo, las 24 horas, turnos de noche durante seis días a la semana, un aumento considerable de las horas máximas extraordinarias que sólo se realizarán en días de libranza, hasta 120h, reducción de las pausas de 40 a 30 minutos por jornada, sanciones por absentismo injustificado o huelga y eliminación de los delegados sindicales de la planta.

Se introduce el sistema de fabricación de Toyota. Los ordenadores en las líneas controlarán que los trabajadores repitan la misma operación 350 veces y no podrá durar ni un segundo más ni uno menos, 72 segundos. La reducción de 10 minutos de pausa supondrá un aumento de la producción, sin apenas costes marginales - estos 10 minutos se remunerarán aparte-, de más de 25 coches al día, casi 7.000 más al año.

Para muchos el acuerdo nos retrotrae a los tiempos de las primeras cadenas de montaje, al taylorismo, en donde la organización del trabajo se centraba en el estudio minucioso de los movimientos del trabajador. De éste sólo interesaban sus habilidades manuales pues sus manos engranaban cual simple trasmisión en el conjunto del sistema productivo: la organización científica del trabajo. "De ellos sólo me interesan sus manos", célebre frase atribuida a Henry Ford contemporáneo de Taylor. Para los más críticos el acuerdo ataca a la dignidad de la persona, se lamentan de que en estos cien últimos años los ingenieros industriales no hayan aprendido nada y de que vuelvan a cometer los mismos errores que cometió aquel insigne ingeniero al ignorar la plenitud del trabajador, su parte cognitiva y emotiva, situando la habilidad del trabajador en el centro de la producción. Se rebelan contra los nuevos aires neoliberales que impulsan a los que siempre sacan provecho del débil en tiempos difíciles. ¿El trabajador de la Fiat se parece ahora más al trabajador biónico?, mitad hombre y mitad máquina. 

Para otros, es un cambio de modelo necesario que mejora sustancialmente la productividad de esta planta y la competitividad de las marcas (Fiat, Alfa Romeo y Chrysler). Para Turín un alivio porque, de no haber sido aceptado por los trabajadores, las inversiones se habrían ido a otro lugar, fuera de Italia. Las inversiones en Mirafiori (1.000 millones de euros) permitirán construir una nueva planta en la que, además de reducir los tiempos muertos, minimizar los errores y mejorar la calidad del producto, los trabajadores tendrán todo más cerca de su alcance, con el consiguiente ahorro de fuerzas y energías. 
Esta es una vieja polémica, es el sino del propio Taylor, denostado por los ergónomos y ensalzado por los expertos en MTM. Cuando más convencidos estábamos de que la asociación de ergonomía y productividad podía funcionar esta polémica nos llena de dudas. En otra ocasión volveremos sobre  EAWS, como metodología integral para la valoración de la carga de trabajo biomecánica. 



2 de febrero de 2011

Bienvenid@s al nuevo blog de riesgo biomecánico

Hoy estrenamos un nuevo blog sobre el riesgos biomecánicos, es decir sobre los riesgos que entraña la manipulación de objetos pesados, el uso de herramientas y equipos de trabajo, la adopción de posturas y ejecución de movimientos, la aplicación de fuerzas y, en definitiva, cualquier otra acción biomecánica realizada durante el desarrollo de una actividad laboral. Va dirigido fundamentalmente a la gente que se relaciona con éste área de la prevención de riesgos laborales, principalmente trabajadores y agentes de la prevención (representantes de los trabajadores, delegados de prevención, recursos preventivos, técnicos de prevención y de otras áreas afines).

La iniciativa nos ha parecido interesante y oportuna en este momento, en que se acaban de conocer datos sobre el impacto de los denominados trastornos musculoesqueléticos (TME) sobre el absentismo laboral, en general, y sobre la siniestralidad y la morbilidad laboral, en particular; no sólo en España sino también en gran parte del mundo industrializado. Asunto que preocupa mucho y que generará un gran flujo de información durante los próximos meses y años.


Otro factor que ha dinamizado este interés es la atención que están prestando los organismos de normalización ISO y CEN, pricipalmente, a los criterios de diseño y a las metodologías de evaluación de los TME. Concretamente nos referimos a la familia de normas EN 1005, de un lado, que establecen requisitos ergonómicos para el diseño de máquinas y, sus equivalentes, las normas ISO 11226 y la serie de normas ISO 11228, de otro, éstas no se limitan a la fase de diseño y contemplan también su uso.

Además, esta normativa técnica y las metodologías de evaluación que incluyen son de plena aplicación en el ámbito de la prevención de riesgos laborales ya que no existen criterios ni procedimientos de evaluación de rango legal superior de acuerdo con el contenido del art. 5 del reglamento de los servicios de prevención, exceptuando la manipulación manual de cargas que dispone de guia técnica del INSHT y los contenidos en los protocolos de vigilancia de vigilancia de la salud del Ministerio de Sanidad.


También hay que significar que el blog va dirigido a usuarios potenciales de todo tipo ya que los TME afectan a la casi totalidad de actividades que utilizan regularmente máquinas o equipos de trabajo en cualquier sector desde el primario (p.e., industrias extractivas) al terciario (servicios sociales, administración, etc ...). Nuestra intención es que el blog permanezca activo mientras existan flujos importantes de información en éste área y se mantenga vivo con vuestros comentarios.